Principales cambios en el entorno laboral Post Covid-19: la llamada “Nueva Normalidad”
Desde hace unos meses, y sin aviso previo, nos vimos inmersos en una nueva realidad.
De un momento a otro, tuvimos que adoptar nuevas rutinas y nuevas formas de hacer las cosas, abandonar las oficinas y comenzar a experimentar el trabajo remoto, debiendo también conciliar vida personal y laboral.
Habilidades como adaptabilidad, flexibilidad, agilidad, comunicación, manejo de emociones, empatía y autogestión, comenzaron a tener mayor preponderancia. Algunos colaboradores tuvieron que aprender a desarrollarlas y aún siguen en ese camino. Otros, a ponerlas en práctica y motivar al resto para ponerlas en acción también.
Ahora bien, esto es sólo el inicio de lo que se ha dado en llamar “la nueva normalidad”. Hoy estamos en la fase donde es imperativo revisar lo ejecutado estos primeros meses, modificar lo que no esté funcionando de manera oportuna y afianzar una nueva cultura laboral con el fin de adaptarse al nuevo contexto que se avecina dado que se sabe que, post Covid-19, algunas cuestiones ya no serán igual, las cuales se mencionan a continuación:
- Protocolos preventivos y pautas de distanciamiento físico. Las organizaciones deberán establecer nuevas medidas de prevención: barbijos, máscaras, guantes, mamparas divisorias, estaciones sanitizantes, pautas para evitar aglomeración de colaboradores, etc.
- Trabajo remoto. Digitalización de los procesos de trabajo. Llegó para quedarse y quedo evidenciado que funciona. Hay organizaciones que plantean un porcentaje que oscila entre el 20 y el 40 por ciento de colaboradores que seguirán desarrollando sus funciones mediante esta metodología.
- Definición de nuevas franjas horarias para aquellos colaboradores que, por las tareas que ejecutan, requieran trabajar de manera presencial. Así evitarían que se trasladen en “horas pico” colaborando con el distanciamiento social.
- Trabajo por Objetivos. Se prioriza el “hacer” por sobre el “estar”, la autogestión y definición de objetivos. Es primordial saber establecerlos correctamente y definir parámetros de evaluación y seguimiento.
- Liderazgo. Esta nueva modalidad requerirá de una nueva manera de gestionar equipos. Será importante lograr relaciones de confianza con los colaboradores. Medidas de control horario quedan ya obsoletas.
- Congresos, reuniones (locales o regionales), capacitaciones. Por varios meses más, seguirán desarrollándose vía entornos virtuales.
- Tercerización de Servicios, Freelancers. Las organizaciones recurrirán a estas alternativas para hacer frente al impacto económico que trajo aparejada la pandemia, reduciendo así sus costos laborales, y adaptándose así también a la metodología remota y al contexto dinámico.
La manera cómo las organizaciones hagan frente a estas cuestiones marcará la imagen que se tenga de las mismas. Tanto los clientes internos (colaboradores), externos y el público en general, juzgarán las acciones implementadas por las organizaciones en esta “nueva normalidad”, no tanto por los resultados que se logren, sino por la manera en que los “hicieron sentir”. Hacer foco en la identidad de marca empleadora (tanto al interior como al exterior de la organización) y sus valores, es determinante si lo que se quiere es salir bien posicionado en este contexto de incertidumbre.